La presidenta Cristina Fernández elogió ayer la decisión que implicó dejar de lado la ortodoxia en materia económica a pesar de las fuertes críticas de las grandes calificadoras de riesgo extranjeras, de la prensa y de políticos locales que sólo concebían como adecuadas las mismas recetas que sumergieron al país en la más profunda crisis tras más de una década de neoliberalismo.
“No seamos giles”, pidió la mandataria sin lugar a eufemismos, y señaló que hay “dirigentes de otros partidos políticos que nunca gestionaron nada, o que cuando lo hicieron es mejor no acordarse de lo que pasó, y siguen repitiendo monocordamente el mismo discurso, cuando el mundo se está derrumbando ante sus ojos. Tenemos que tener nuevos paradigmas.” Durante el acto de entrega de certificados de créditos aprobados del Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario a 97 nuevos proyectos, celebrado ayer en la Casa Rosada, Cristina aseguró que el gobierno “seguirá profundizando este camino porque es el camino que nos dio ocho años de crecimiento inédito”.“Para que no seamos más giles, se la pasaron un montón de medios de comunicación, noticieros, pretendidos hombres que dicen conocer la economía global, mirando cómo nos calificaban en el exterior, y es curioso porque cuando nos calificaban a nosotros estaba maravilloso que lo hicieran. Decían: ‘miren cómo nos califican en el mundo, tenemos que ser serios como en Europa o los Estados Unidos’. Ahora, cuando los califican a ellos (a los países europeos), no quieren cambiar las calificadoras de riesgo, las quieren eliminar cuando no les conviene”, señaló poniendo en evidencia la doble vara con que se miden las políticas económicas de esta y aquella parte del mundo.Para la presidenta, antes de la crisis de 2008 podían ponerse en duda las medidas heterodoxas que planteaba la Argentina como salida a la crisis, “pero frente a lo que está pasando y todavía va a pasar, es preciso extraer la enseñanza de creer en nuestras ideas”. Asimismo volvió a reclamar la necesidad de agregar valor a los productos exportables, porque “ya no alcanza con los bienes primarios”.Durante el acto, la primera intervención pública de la mandataria tras las elecciones porteñas del domingo último, Cristina explicó que el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario ya aprobó en total 214 créditos por 4650 millones de pesos a 9,9% de tasa fija anual en pesos, pagaderos a cinco años y con uno de gracia, que permitirán crear 16 mil nuevos puestos de trabajo genuinos. Los 97 proyectos que fueron aprobados ayer pertenecen a diferentes sectores productivos distribuidos a lo largo de todo el país y suman 1930 millones de pesos en créditos que generarán inversiones por un monto total de 3200 millones de pesos, y crearán 8100 nuevos empleos.La ministra de Industria Débora Giorgi explicó que “el crédito exige garantías reales por parte de las empresas y un compromiso de inversión extra de al menos el 20% del préstamo otorgado”. Una vez consolidadas, estas inversiones aumentarán las exportaciones en 11.661 millones de pesos anuales y sustituirán importaciones por 3020 millones de pesos. Además, 130 de las 214 compañías que ya recibieron créditos, es decir el 60% de ellas, son pequeñas y medianas empresas.Frente a estos números, la presidenta destacó la importancia de la articulación entre lo público y lo privado. “El desafío tiene que ser conjunto, entre el Estado y los privados, porque ya vimos que no sirvió con un Estado omnipotente que todo lo podía, o cómo nos fue cuando se borraba por completo.” Por eso sentenció que “tenemos que seguir profundizando el camino, corrigiendo los errores, ensayando líneas que a veces hay que corregir, y tener la humildad de saber que no somos infalibles.” 
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