La presidenta de la Nación confirmó durante la inauguración de la central nucleoléctrica Atucha II en un acto al que asistió el gobernador Gildo Insfrán, la decisión política de que se construya en Formosa el primer reactor nuclear Carem diseñado y proyectado por argentinos.
El anuncio- que permitió que se apreciase la reacción y agrado del mandatario formoseño que estaba sentado a la izquierda de Cristina Fernández de Kirchner- fue realizado al momento de citar la serie de obras que emprende la Argentina para ubicarse en un sitio de liderazgo continental en materia de energía nuclear con fines pacíficos.
Precisó que en la actualidad se está desarrollando el prototipo del reactor Carem, el primero que se fabrica y diseña en Argentina para producir energía y que como una extensión de ese proyecto, se instalará en Formosa el primer reactor nuclear para producción de energía eléctrica de fabricación nacional.
Explicó la Presidenta que se trata de pequeños reactores que generan 25 megavatios de potencia que van a permitir abastecer de energía a pequeñas poblaciones del interior de 100.000 habitantes promedio.
“La primera de las beneficiadas va a ser la provincia de Formosa y por eso nos está acompañando en este acto su gobernador”, resaltó para hacer notar que el Carem podrá ser utilizado, también, para toda la industria de defensa en general.
La presidenta manifestó el propósito de que la Argentina se convierta en país líder en el uso pacífico de la energía nuclear y de la no proliferación para subrayar que “no todos pueden decir lo mismo ya que la energía argentina y el conocimiento y los científicos argentinos nunca han usado sus neuronas y sus conocimientos para destruir la vida de otros seres en otros lugares del planeta”.
“Siempre los hemos empleado-añadió- con fines pacíficos y además para generar energía, crecimiento y aplicarlo a la salud , a la industria farmacéutica, a los productos terapéuticos porque está en nuestra idiosincrasia , somos gente de paz,. Somos buena gente los argentinos que queremos, de una buena vez por todas, saber que este crecimiento nos tiene que tener como protagonistas a todos”.
Hizo notar que se siente parte de la generación del Bicentenario que está pagando las históricas deudas de la Argentina en todos los campos pero también de la que está poniendo en marcha la gran maquinaria nacional como en las épocas en que supo ser líder en todos los campos, señalando que “el combustible fundamental de esa maquinaria es el pueblo argentino”.
La central nucleoeléctrica Atucha II, la tercera del país después de Embalse y Atucha I, 30 años después del comienzo de las obras.
La construcción de la central arrancó en 1981 y tras la paralización de las obras en la década del ’90 fueron retomadas en 2006 gracias a que se las incorporó dentro de un plan de recuperación de la actividad nuclear. En total se invirtieron 750 millones de dólares.
Atucha II tiene una potencia de 745 megawatts, con lo que aportará casi el 4 por ciento de la oferta de energía de Argentina y para su funcionamiento requerirá de unos 700 empleados.
Una vez que comience a funcionar, las tres centrales nucleoeléctricas aportarán el 10 por ciento de la energía eléctrica nacional.
